Potries

C/ Ermita, 9 - 46721

Tfno. 96 280 05 88

  

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Situado en el corazón de la comarca de la Safor. Casi todo e término municipal es plano, son terrenos de sedimentación cuaternaria, aunque en el extremo meridional afloran los primeros contrafuertes de la Vall de Gallinera, son pequeños montículos que apenas superan los 100 m. de altitud y que reciben el nombre de Tossalets.

 

El río Sepis flanquea el término por el oeste, constituyendo su principal accidente geográfico y un espacio natural de considerable belleza.

 

El término municipal de Potríes limita con las siguientes localidades: Ador, Beniflá, La font d'Encarros, Palma de Gandía y Villalonga, todas ellas de l provincia de Valencia.

 

Históricamente ha sido la agricultura la actividad económica preponderante en el municipio. Ésta, basada en la actualidad en el cultivo de cítricos, es minifundista. El sector industrial está representado por empresas importantes con influencia comercial nacional e internacional, que se nutren con trabajadores de la población y de la comarca, dedicadas a la fabricación de productos químicos, tratamientos de cítricos, manipulación y comercialización de cítricos y materiales de construcción.

HISTORIA

Los vestigios arqueológicos atestiguan la presencia de comunidades humanas en el término municipal, al menos, desde el Neolítico y la Edad de Bronce. Restos de cabañas, útiles de piedra o cerámicas hechas a mano, forman parte de los hallazgos en el yacimiento de la montaña de Peñascales (Penyascals), además de una necrópolis de cronología similar en la partida de la Casa Fosca-Alameda. Hay una continuidad en el asentamiento de Peñascales (Penyascals) durante la época ibérica, desapareciendo después de la colonización romana al dispersarse la población en asentamientos de llanura de tipo agrícola. Un ejemplo paradigmático de este tipo de asentamiento lo constituye la villa romana de la Campina-Catorzena en el término municipal de Potries, con unas dimensiones imprecisas pero considerables; disponía de espacios residenciales, de explotación y transformación agrícolas, incluso un complejo artesanal para la fabricación de objetos cerámicos, que aseguraba el transporte y comercialización de los excedentes de la producción agraria.

En la época visigoda persiste la ruralización del territorio y una continuación de los asentamientos anteriores. Con la llegada de los árabes se produce una concentración de la población rural en pequeñas agrupaciones urbanas, es en estos momentos cuando se consolida el núcleo urbano como tal.

Cuando en 1240 el monarca Jaime I toma posesión de los castillos de la comarca y de sus términos, Potríes era una pequeña alquería más de cuantas se encontraban diseminadas por el territorio. El lugar se hallaba bajo la jurisdicción del castillo de Rebollet, siendo donado por el rey a la familia Carroç, primeros señores de Potries. De este modo la historia del municipio correrá paralela a la de otros centros urbanos de mayor entidad, como Oliva o La Font d'Encarros y siempre dentro de un contexto territorial más amplio que se denominará "Honor de Rebollet" o Término de Dalt (arriba). Durante la guerra de los dos Pedros, las huestes de Pedro I El Cruel de Castilla arrasan estas tierras en 1364. De hecho, en 1368, Berenguer de Vilaragut, casado con Alamanda Carróç, titulándose Señor consorte de la Honor de Rebollet, y debido al deplorable estado en el que habían quedado sus posesiones después de la guerra, otorgará una nueva Carta de Población.

En 1382 es reconocido señor de los estados de Oliva y Rebollet, Ramón de Riusech. Los Centelles detentarán el señorío de este lugar durante un largo periodo de tiempo. En 1449 el monarca Alfonso el Magnánimo otorga el título de Conde de Oliva a Francisco Gilabert de Centelles, quedando así el municipio dentro de los dominios del Condado de Oliva en una época verdaderamente esplendorosa, donde el cultivo de la caña de azucar proporciona riqueza y poder, y en la que cabe destacar la figura de Serafín de Centelles. El matrimonio entre Carlos de Borja y Magdalena Centelles propiciará la unión, en la figura de su hijo Francisco Tomás de Borja y Centelles, del Condado de Oliva y el Ducado de Gandía, a finales del siglo XVI, configurándose un importante estado dominado por una de las familias más relevantes e influyentes de su época, lo Borja. Tras la muerte del último Borja, sus posesiones pasarán a lo Pimentel y después a los Osuna, con los que Potries, al igual que muchos otros pueblos, mantendrá un largo pleito por su independencia señorial, amparándose en las leyes desvinculadoras de 1814 emanadas de las Córtes de Cádiz.La llegada del Tren Alcoy-Gandía en 1893 supuso una importante mejora de sus comunicaciones.

MONUMENTOS

 

  • Ayuntamiento . Constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura señorial del siglo XVII en el ámbito rural de la comunidad valenciana. No se conoce con certeza su origen, aunque documentalmente se ha podido constatar que a finales del siglo XIX, debido al derribo de la vieja Sala Consistorial y Escuela situada en la Plaza de la Iglesia,  la Corporación Municipal compra a un particular este edificio para instalar en él la Sala Consistorial, la Cárcel, la Escuela y las viviendas de los maestros.
  • Casco antiguo. Se localiza en las faldas de unos pequeños contrafuertes montañosos, siguiendo la tradicional disposición de los núcleos urbanos de origen musulmán, hecho que condiciona la morfología de la trama urbana, con estrechas y sinuosas calles. Hasta el siglo XIX Potríes era un pueblo cerrado, había un muro que rodeaba y protegía el perímetro de la población y cuatro puertas de acceso al interior derruidas en el año 1862..
    El municipio todavía conserva el encanto y la autenticidad del típico asentamiento eminentemente rural, muchos edificios mantienen la tipología clásica de las casas tradicionales de agricultores, con una planta baja donde se sitúa el paso del carro articulando la distribución interna de los espacios, patio interior y, en el piso superior, el desván o cambra para el almacenamiento de los productos del campo.
  • Partidores. Son edificaciones hidráulicas construidas para dividir el agua, como la Casa Fosca, siglo XV,  o la Casa Clara,  siglo XVI,  que garantizan la correcta división para que el agua llegue a todos los puntos de la huerta.
  • Iglesia Parroquial de los Santos Juanes. La parroquia de Potríes se constituye a finales del siglo XVI. La iglesia tiene planta de cruz latina inscrita en un rectángulo con nave central, capillas laterales, crucero no emergente y torre-campanario. En la iglésia se conserva la reliquia de San Blas, patrón del municipio, y la magnífica talla en alabastro policromado del Cristo de la Agonía, del siglo XVIII procedente de la ermita de Potríes.
  • Ermita del Cristo de la Agonía se construyó en e siglo XIX bajo la dirección del arquitecto Carlos Spain. Constituye un interesante ejemplo de la arquitectura neoclasicista, de corte radical, que se prolonga durante la primera mitad del siglo XIX. Tanto la fachada como el interior son de una sobria y elegante concepción neoclásica. La plástica arquitectónica domina sobre la decorativa, ésta fundamentalmente pictórica es obra del pintor Luis Tellez Girón, al que cabría atribuir con toda seguridad las pinturas de la iglesia

FIESTAS LOCALES

  • San Blas. En el mes de febrero se celebra una de las fiestas que más arraigo y aceptación popular tiene en la comarca. Se trata del tradicional Porrat de San Blas. La onomástica de este santo y mártir se conmemora el día 3 de febrero, pero con el paso de los años esta romería se ha convertido en un punto de encuentro con una importante oferta de carácter cultural y festivo, haciéndose extensiva a la primera quincena del mes. La tradición impone que los fieles que acuden a la iglesia parroquial se pasen la reliquia del santo, que allí se conserva, por la garganta, cumpliendo así con el ritual de purificación y protección frente a las enfermedades, de hecho San Blas es el santo protector de las afecciones de garganta.
  •  San Juan Bautista. Se celebra el 24 de junio con hoguera en la plaza la noche anterior.
  • San Salvador. Se celebra con la tradicional subida a la misa en la ermita.
  • San Vicente. Se prosigue con la festividad de San Vicente, el primer lunes después de Pascua, y la tradición de visitar en procesión a los enfermos (els combregats).
  • Fiestas Mayores. Se celebran la última semana de agosto en honor del Santísimo Cristo de la Agonía.